REFRANES: DESDE EL PUNTO DE VISTA DE UNA MERIENDA
Los refranes,
(utilizados, básicamente en el pasado), son la simplificación más reducida de
una idea para conseguir un mensaje con el que transmitir, esa idea, a mucha
gente. Hoy, con el mismo fin, utilizamos los anagramas, slogans, lemas de las
empresas o marcas publicitarias.
Yo quiero
analizar aquí un refrán popular, en el que intervienen personajes con mucha
simbología, pero prescindiendo de su metafórico significado:
Veamos el
Refrán en cuestión:
Para seguir una dieta saludable:
-
Hay que desayunar con el Rey,
-
Almorzar con el Príncipe
-
Y cenar con el Mendigo.
Ahora, viendo
este refrán como una obra de teatro, una novela, o algo así. Analicemos los
personajes de esta pequeñísima obra de teatro o novela, empezando por el
primero.
El Rey.- Desde una visión histórica y a la española, nos
vemos desayunando con: Carlos I, Felipe II, Felipe V o Fernando VII.
Con la
visión más de hoy, nos podemos ver desayunando, en la Zarzuela, con el Rey y
ver sus elefantes de Botsuana por el
jardín.
El Príncipe.- (Para comer al medio día), Creo que al Príncipe, lo sustituiría por Mariano
Rajoy, pues la Princesa, ¡no parece que coma mucho‼ Mejor nos imaginemos un
almuerzo en la Moncloa, con Rajoy y todos los correligionarios de su entorno:
Rubalcaba, Mas, Urkullu, Feijoo, Monago, Fabra, Susana Díaz, Rosa Díez, etc. (los políticos que nos gobiernan o nos
hipnotizan con la flauta de sus palabras).
Pero el personaje más importante para mí, es el tercero. ¿Qué puede
pensar este, de su papel en la obra?
El Mendigo.- ¿Cómo podemos aludir a su cena, si él, desde su casa de cartón, no
sabe si tendrá cena, desayuno o comida del medio día?
Él no
tiene hora fija para comer un mendrugo de pan o una lata de anchoas caducada a
las 11:00h. de la mañana o de la noche, (si la encuentra en el contenedor de
basuras).
Seguro que
habrá días que no come y por la noche, escucha el ruido que hacen sus tripas
hambrientas. Y pensará – Igual alguien mañana, hace un refrán sobre la música, ¡con la canción de mis
desconsoladas tripas!
Yo,
reflexionando sobre esta pequeña obra de teatro, creo que falta un personaje muy
importante también.
¡La Merienda o el té de las 5 de la tarde!, (Entre los que
yo me encuentro).
- Los datos del gráfico son ficticios.
Julián Lucena.
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